lunes, 3 de octubre de 2011

Campaña en Chiapas



También en 1523 Cortés envió a los capitanes Luis Marín y Diego de Godoy hacia las regiones de CentlaChamula,Coatzacoalcos y Chontalpa debido a que los tributarios de las encomiendas se encontraban en franca rebeldía.Fueron los zoques, y toztziles quienes ofrecieron la mayor resistencia a los españoles, pero poco a poco se fueron tomando las plazas de Chamula, realizándose un gran avance en la región y reafirmando posiciones en Coatzacoalcos,ChontalpaAcayucanHuimanguilloCupilco y Xicalango. Cinco años más tarde, en 1528, Diego de Mazariegos fundóCiudad Real de Chiapa en la cercanía de Chiapa de Corzo.

[editar]Campaña contra los zapotecas

Cortés había asignado a Rodrigo Rangel y a Pedro de Ircio como responsables en la guarnición de la Villa Rica de la Vera Cruz. Rangel pidió a Cortés la asignación de alguna campaña y poder ganar para sí algún título personal. Fue entonces que le asignó ir a Cimatlán y Talatupán. Rangel no era considerado un buen capitán por Cortés, por lo que le apoyó con los mejores soldados para realizar esta campaña. Tras fracasar en el primer intento, el 5 de febrero de1524 Rangel inició la segunda campaña en la que el resultado le fue favorable.200 Hernán Cortés reportó a Carlos I de España en su cuarta carta de relación que los mixtecas y zapotecas tenían lanzas de 25 a 30 palmos muy gruesas y bien hechas con las cuales habían muerto algunos españoles y que la labor de conquista no era fácil por ser tierras muy ásperas.

Campaña en Tabasco


El 25 de marzo de 1519, Hernán Cortés fundó la villa de Santa María de la Victoria. Al continuar su expedición hacia Veracruz, dejó pocos soldados con escasos bastimentos en defensa de la guarnición y pronto fueron derrotados por losmayas chontales quienes incendian la población. En 1523, sale desde la villa del Espíritu Santo, Luis Marín quien entabló combates con los indígenas tabasqueños en la región de la Chontalpa y Cimatlán, pero no pudo pacificar la zona ni reconquistar la villa de Santa María de la Victoria.198 En un segundo intento el capitán Rodrigo Rangel con cien soldados, veintiséis ballesteros, escopeteros e indios aliados sostuvo diversos combates en Copilco, Zacualco y Cimatlán, sin lograr restablecerel control en la villa de Santa María. Durante esta campaña militar, en la zona de Cimatán, el cronista Bernal Díaz del Castillo fue herido de gravedad por una flecha en la garganta. Finalmente en 1525, el capitán Juan de Vallecillo cumplió la orden de Cortés, restaurando la guarnición de Santa María de la Victoria, pero Vallecillo enfermó y murió sin lograr el control total de la zona. Cortés nombró entonces Baltazar de Osorio, quien llegó en 1527, pero fracasó en su intento de pacificar la provincia.
En 1528 Francisco de Montejo llegó a Santa María de la Victoria con el título de Alcalde Mayor de Tabasco para establecer su real y ejercer su cargo, iniciando una intensa campaña para someter a los indígenas de la provincia de Tabasco, logrando pacificar la zona del Grijalva y abrir un camino seguro hacia las Chiapas. En 1530, Montejo envió aAlonso de Ávila hacia la zona del Usumacinta, quien cruzó la Selva y logró fundar la villa de Salamanca de Acalán, pero debido a que era una zona hostil y de difícil acceso, a los pocos meses abandonó la guarnición para continuar su campaña en la península de Yucatán.202 Fue hasta 1535 cuando Francisco de Montejo y León «el Mozo» pudo finalmente conseguir el control parcial de la zona de Santa María de la Victoria, siendo nombrado por su padre teniente de gobernador de Tabasco. En 1536 Franciso Gil, lugarteniente de Pedro de Alvarado incursionó desde Guatemalahacia el oriente de Tabasco rumbo a Pochutla, siguiendo el cauce del río Usumacinta y fundó la villa de San Pedro Tanoche. Cuando «el Mozo» se enteró de este evento avanzó hacia la zona para defender los derechos de su padre.Debido a que la población se encontraba en medio de la selva, incomunicada, y muy apartada de los centros de abasteciminto, «el Mozo» dio instrucciones a Lorenzo de Godoy para que la guarnición fuese trasladada a Salamanca de Champotón y así proseguir con la Conquista de Yucatán. La pacificación total del territorio de Tabasco, se lograría después de numerosas campañas militares, hasta 1564 al derrotar a los indígenas cimatecos, quienes fueron los últimos tabasqueños en rendirse a los españoles.

Restauración de la ciudad y tormento de Cuauhtémoc




Tortura de Cuauhtémoc, pintura oscurantista del siglo XIX.
A Cortés no le interesaba en ese momento la muerte de Cuauhtémoc. Prefirió utilizar ante los mexicas su reconocimiento como tlatoani, aunque en realidad ya era súbdito del emperador Carlos V y del propio Cortés. Así lo hizo con éxito, aprovechando la iniciativa y el poder de Cuauhtémoc a quién le restituyó el status de noble mexica, respetado y bien tratado pero cautivo, para usar su prestigio y autoridad a fin de gobernar a los vencidos, asegurando la colaboración de los mexicas en los trabajos de limpieza y restauración de la ciudad. Lo primero que ordenó fue restablecer el suministro de agua potable a la ciudad. La reconstrucción de Tenochtitlan se realizó al estilo renacentista europeo para convertirla más tarde con el nombre de México, en la capital de la Nueva España, que fue el primervirreinato de las Indias.
La codicia por el oro no se hizo esperar y no conforme con trescientos ochenta mil pesos oro ya fundido en barras de acuerdo a la crónica de Díaz del Castillo, o ciento treinta mil castellanos según la crónica de López de Gómara; el tesorero Julián de Alderete exigió el tormento de Cuauhtémoc, para que éste confesase donde se escondía el resto del tesoro de Moctezuma Xocoyotzin. Fue entonces cuando a Tetlepanquetzaltzin y Cuauhtémoc les untaron los pies de aceite acercándoselos al fuego. Aquél se quejó con Cuauhtémoc del martirio y éste le respondió: «¿Acaso estoy yo en algún deleite o baño?». Años más tarde en España, recayó en Hernán Cortés la culpabilidad de permitir el martirio.
Se hizo entonces el recuento de los tesoros y se separó el quinto real, el cual incluía oro, perlas, plata, tarros, platos, ídolos de oro así como figuras de peces y pájaros, ropas lujosas de sacerdotes, plumas exóticas, animales vivos como aves, jaguares, y esclavos. Alonso de Ávila y Antonio de Quiñónez fueron los que llevaron este cargamento en tres carabelas, pero fueron asaltados por corsarios franceses comandados por Jean Fleury cerca de las islas Azores.Todo el quinto del rey fue robado y los españoles fueron hechos prisioneros. Ávila fue puesto en libertad dos años más tarde.
Entre los conquistadores se realizó la repartición de oro. Descontando el pago a la corona, el porcentaje de Cortés, los gastos de expedición y los altos pagos de algunos capitanes, la suma a repartir entre la tropa sólo alcanzó los setenta pesos. La cantidad era ridícula, pues en ese tiempo una espada tenía un costo de cincuenta pesos. Para conseguir nuevos tesoros y subir el ánimo de los hombres, Cortés organizó de inmediato nuevas expediciones. De esta forma evitó una rebelión.
El caudillo español solicitó el envío de frailes o sacerdotes evangelizadores. Mientras tanto se estableció en Coyoacána donde llegó su mujer, Catalina Juárez «la Marcaida», quien falleció al poco tiempo.171 Cuando en 1522 se recibió en la Nueva España la autorización correspondiente por parte del rey, Hernán Cortés comenzó la asignación de tierras a los soldados y capitanes participantes de las campañas, usando el régimen de encomiendas.

Caída de Tenochtitlan




La última ofensiva externa de las fuerzas leales a los mexicas provenía de los malinalcasmatlatzincas y cohuixcas. Cortés envió fuerzas a cargo deAndrés de Tapia y Gonzalo de Sandoval para detener su avance.
Los conquistadores españoles pensaron que los mexicas estaban totalmente debilitados y realizaron una incursión general a la ciudad. En una escaramuza Cortés fue capturado, pero fue valientemente rescatado por Cristóbal de Guzmán, quien por salvar la vida de Cortés cayó prisionero en manos de los mexicas. En franca retirada, algunos otros españoles fueron hechos prisioneros.158
De acuerdo con las costumbres de guerra de los mexicas, los prisioneros fueron sacrificados a sus dioses en lo alto de sus templos. Impotentes, sus conmilitones pudieron observar los hechos a lo lejos, reconociéndolos por la blancura de su piel. Sin embargo el hecho dio ánimo a Pedro de Alvarado, quien, en su afán de venganza, se colocó a la vanguardia para el asalto final.
«Digamos ahora lo que los mexicanos hacían de noche en sus grandes y altos cués, y es que tañían el maldito tambor, que digo otra vez que era el maldito sonido y más triste que se podía inventar, y sonaba en lejanas tierras, y tañían otros peores instrumentos y cosas diabólicas, y tenían grandes lumbres y daban grandísimos gritos y silbos; y en aquel instante estaban sacrificando a nuestros compañeros de los que habían tomado a Cortés, que supimos que diez días arreo acabaron de sacrificar a todos nuestros soldados y al postrero dejaron a Cristóbal de Guzmán...».
Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, Díaz del Castillo.159
Al final del sitio, que duró tres meses, Pedro de Alvarado tomó la plaza deTlatelolco. Los tenochcas que aún quedaban confrontaron las últimas batallas y fue entonces cuando los conquistadores pudieron observar, horrorizados, que los mexicas no solo habían sacrificado a los prisioneros: además de extirparles el corazón, habían arrancado la piel de los españoles caídos para adornar sus templos u ofrendarla a su dios Xipe Tótec.
En la refriega murieron algunos de los últimos señores y jefes mexicas. Los capitanes más destacados en la defensa del sitio por parte de los tlatelolcasfueron Coyohuehuetzin y Temilotzin, y por parte de los tenochcas Tlacutzin y Motelchiuhtzin. Cuauhtémoc se reunió en Tolmayecan con sus capitanes, intendentes y principales para deliberar la inminente rendición.160
El 13 de agosto de 1521 Cuauhtémoc salió de Tenochtitlan en una canoa, probablemente con la intención de negociar la rendición, pero fue avistado y capturado por el capitán García Holguín, mientras la ciudad caía en manos de los españoles y de sus aliados.161Cuando Cuauhtémoc estuvo en presencia de Cortés, señaló el puñal que el conquistador llevaba al cinto y le pidió que lo matara, pues no habiendo sido capaz de defender su ciudad y a sus vasallos, prefería morir a manos del invasor. Este hecho fue descrito por el propio Hernán Cortés en su tercera carta de relación a Carlos I de España:
«llegóse a mi y díjome en su lengua que ya él había hecho todo lo que de su parte era obligado para defenderse a sí y a los suyos hasta venir a aquel estado, que ahora hiciese de él lo que yo quisiese; y puso la mano en un puñal que yo tenía, diciéndome que le diese de puñaladas y le matase...»
Tercera carta de relaciónHernán Cortés.162
De acuerdo a las estimaciones de Hernán Cortés, los conquistadores españoles, junto con sus aliados tlaxcaltecas, texcocanos, huejotzincas, chalcas, cholultecas y demás coaligados mataron a más de cuarenta mil mexicas durante las últimas jornadas. López de Gómara describió en su obra que «el cerco duró tres meses, tuvo en él doscientos mil hombres, novecientos españoles, ochenta caballos, diecisiete tiros de artillería, trece bergantines y seis mil barcas. Murieron cincuenta españoles y seis caballos y no muchos indios. Murieron de los enemigos cien mil, sin contar los que mató el hambre y la pestilencia».
Para celebrar el acontecimiento, los castellanos se reunieron en el palacio del señor de Coyoacán Coapopocatizin, pues en Tenochtitlan el hedor era insoportable. Organizaron un banquete con vino, carne de cerdo, carne de pavo y tortillas maíz en abundancia. Al día siguiente celebraron misa y se cantó un tedeum.

Sitio de Tenochtitlan




Xicohténcatl Axayacatzin, guerrero tlaxcalteca.
Controlado el oriente, nororiente y sur, Cortés no dudo en reafirmar las posiciones en Tlacopan (Tacuba)AzcapotzalcoTenayuca y Cuautitlán. El objetivo de aislar la ciudad se había logrado y ahora faltaba coordinar un ataque simultáneo a la ciudad desde todos los accesos, al igual que el asalto apoyado en los bergantines que había venido construyendo.
Poco antes de iniciar el sitio de la ciudad, Antonio de Villafaña, aún fiel a Diego Velázquez de Cuéllar, elaboró un plan para asesinar a Cortés y a los capitanes Sandoval, Alvarado y Tapia. Pronto Villafaña fue descubierto y sentenciado a la horca, por lo que el hecho no tuvo mayor repercusión.
Tras el incidente, Cortés comenzó a reagrupar fuerzas; los bergantines estaban listos en Texcoco; solicitó hombres de ChalcoTlalmanalco; envió mensajeros a Xicohténcatl Huehue y pidió refuerzos de TlaxcalaCholula y Huejotzingo. Entre los capitanes tlaxcaltecas viajaba Xīcohténcatl Āxāyacatzin (el hijo), quién nunca había querido ser aliado de Cortés.
Pedro de Alvarado fue asignado al frente de Tlacopan. Cristóbal de Olid con el apoyo de Andrés de Tapia, Francisco Verdugo y Francisco Lugo por Coyoacán. Gonzalo de Sandoval, apoyado por Luis Marín y Pedro de Ircio, por Iztapalapa. Hernán Cortés quedó al mando de los bergantines desde Texcoco.
Antes de iniciar el ataque se supo que Xicohténcatl no se encontraba en su posición, probablemente por estar coordinando sus fuerzas o realizando tareas de acopio. Cortés aprovechó la ocasión para acusarlo de traición y lo sentenció a morir en la horca el 12 de mayo de 1521
Cortés siempre desconfió del capitán tlaxcalteca, quién había opuesto fuerte resistencia en las guerras confrontadas antes de ser aliados y con esta acción preventiva quiso eliminar la posibilidad de que sus más fuertes aliados se volvieran en su contra.
Fuerzas iniciales para sitiar a Tenochtitlan:
Tlacopan - Pedro de Alvarado
30 caballos, 18 ballesteros y escopeteros, 150 peones de espada y rodela, 25,000 tlaxcaltecas.
Coyoacán - Cristóbal de Olid
36 caballos, 18 ballesteros y escopeteros, 160 peones de espada y rodela, 20,000 tlaxcaltecas.
Iztapalapa - Gonzalo de Sandoval
24 caballos, 4 escopeteros, 13 ballesteros, 150 peones de espada y rodela, 30,000 aliados de Huejotzingo, Cholula y Chalco.
Asalto anfibio Lago de Texcoco - Hernán Cortés
13 bergantines, 325 hombres, cada bergantin con 25 españoles y una fusta, incluyendo capitán, veedor, 6 ballesteros y escopeteros.
Se dio la orden de cortar los suministros de agua dulce que llegaban a México-Tenochtitlan desde Chapultepec, los mexicas trataron de impedirlo en un férreo combate que perdieron. Comenzaron las batallas, por las aguas del lago de Texcoco, por las calzadas y los puentes en una forma coordinada. Sandoval cubrió también el área de Tepeyac. Al principio las bajas por ambos bandos eran semejantes, tanto atacantes como defensores tenían organizadas sus acciones. La estrategia de los conquistadores era destruir los puentes y albarradas de comunicación a la isla de México-Tenochtitlan y con los bergantines provocar incendios en las poblaciones, de tal suerte que no hubiera forma de abastecer comida y agua a los sitiados. La estrategia de los mexicas fue reconstruir y defender el paso de los puentes y albarradas, de vez en cuando enviaron escuadrones para contraatacar a los cuarteles de los conquistadores. Contrario a las costumbres de los mexicas, quienes usualmente no combatían durante la noche, las confrontaciones se llevaron a cabo a toda hora.
Díaz del Castillo relató en su crónica que «cada día existían tantos combates (no siempre victorias) que si los hubiera relatado todos parecería un libro de Amadís o de Caballerías. Fueron noventa y tres días de sitio...» La falta de agua y alimento surtió efecto...«digo que en tres días con sus noches, en todas tres calzadas, llenas de hombres y mujeres y criaturas, no dejaron de salir y tan flacos y amarillos y sucios y hediondos, que era lástima de verlos...».
Por otra parte López de Gómara relató en su crónica que al final del sitio «los mexicas solo se alimentaban de raíces, bebían agua salobre de la laguna, dormían entre los muertos y estaban en perpetua hedentina, jamás quisieron la paz».

Campañas militares al sur de Tenochtitlan



En respuesta a las gestiones de Francisco Álvarez Chico y Alonso de Ávila, en febrero de 1521 una nueva embarcación, procedente de Santo Domingo, ancló frente a la Villa Rica de la Vera Cruz. En ella se transportaba armamento, pólvora, sesenta caballos y doscientos hombres. Entre estos se encontraban el tesorero Julián de Alderete, fray Pedro Melgarejo de Urrea y el licenciado Alonso Pérez, quienes habrían de incorporarse a la campañas militares.
Estando en Tetzcuco, durante los últimos días de marzo de ese año, Gonzalo de Sandoval reunió doscientos soldados españoles, veinte jinetes y un gran contingente de aliados chalcas y tlaxcaltecas. Partió en dirección a Cuauhnáhuac (Cuernavaca) para confrontar a un ejército mexica que se encontraba defendiendo esa posición. El lugar era importante para Tenochtitlan debido a que era la ruta de comunicación hacia Xochicalco. Sandoval y sus hombres descansaron en Tlalmanalco y al continuar su avance tuvieron enfrentamientos en Huaxtépec (Oaxtepec) y Chimalhuacán. Un segundo ejército mexica había reforzado la zona y se había posicionado en Yecapixtla. Sandoval decidió regresar a Texcoco.
Cortés aumentó el contingente con texcocanos y huejotzingas; Olid, Tapia y Pedro de Alvarado relevaron a Sandoval. El siguiente encuentro fue en el peñón de Tlayacapan. Los capitanes Pedro de Ircio, Andrés de Monjaraz, Rodríguez de Villafuerte y Francisco Verdugo encabezaron el asalto. Ahí los mexicas repelieron el primer intento, pero días más tarde fueron derrotados cuando las fuerzas españolas los rodearon y dejaron sin agua.

Conquistadores españoles y sus aliadostlaxcaltecas en Metztitlan, Lienzo de Tlaxcala.
El avance de los conquistadores continuó hacia Yautepec. El segundo ejército mexica que se encontraba en la localidad huyó a Juchitepec, donde fue alcanzado y sometido. El 13 de abril desde Tetzcuco, Cortés partió con refuerzos, incursionó por Tepoztlán y Cuauhtlan (Cuautla). Una vez dominadas las localidades, se reunió con la primera expedición para realizar el ataque final y definitivo a Cuauhnáhuac.
La siguiente etapa de la campaña se desarrolló en Xochimilco. El tlatoanilocal Yaomahuitzin ofreció resistencia, casi a punto de ser vencido engañó a los españoles fingiendo tener intenciones de pactar pero sólo con el objetivo de ganar tiempo y recibir ayuda desde Tenochtitlan. Cuauhtémoc envió un ataque combinado por tierra y por la laguna. Debido al factor sorpresa, mexicas y xochimilcas lograron una victoria temporal. Cortés casi fue hecho prisionero al caer de su caballo. Cristóbal de Olea pudo salvarlo a cambio de ser herido y de que un par de soldados españoles fueron capturados y más tarde, sacrificados. La batalla se prolongó durante tres días más y finalmente, los hombres de Cuauhtémoc se replegaron a Tenochtitlan.
Tras haber roto la barrera defensiva, los conquistadores avanzaron a Coyoacán donde el teuctli Coapopocatizin prefirió huir y la localidad fue tomada por las fuerzas de Cortés. Desde este lugar, las fuerzas de ataque se dividieron con los objetivos de tomar Churubusco, controlar la retaguardia en Tláhuac y Mixquic, y rodear el lago por occidente hasta Tlacopan. De esta forma, se cerró totalmente el cerco a Tenochtitlan.
Algunas fuerzas mexicas atacaron en escaramuzas aisladas, logrando capturar a algunos soldados más. Cortés subió a la cúspide de un teocalli para mostrar al tesorero Julián de Alderete, la ciudad de Tenochtitlan que se encontraba a trece kilómetros de distancia. El licenciado Alonso Pérez, notó cierta melancolía en la expresión del conquistador y le dijo:

«Mira Nerón de Tarpeya
a Roma cómo se ardía,
gritos dan niños y viejos
y él de nada se dolía»
El caudillo español respondió:
«que ya veía cuántas veces había enviado a México a rogarles paz, y la tristeza no la tenía por una sola causa, sino en pensar en los grandes trabajos en que habíamos de ver hasta tornarla a señorear, y que con la ayuda de Dios presto lo pondríamos por la obra».
En repetidas ocasiones Cortés había pedido a los mexicas la rendición y ellos siempre se negaron. Era la víspera del ataque final.

Campañas militares al norte y occidente de Tenochtitlan




Guerreros AztecasCódice Mendoza.
A continuación Cortés buscó cercar Tenochtitlan por el norte. Avanzó hacia XaltocanAcolmanTenayucaCuautitlán y Azcapotzalco sin encontrar mayor resistencia, pero en Tlacopan, ciudad principal de los tepanecas, se libró una fuerte batalla. Tetlepanquetzaltzin y sus hombres fueron obligados a replegarse a Tenochtitlan y los tlaxcaltecas bajo las órdenes de Cortés incendiaron la población. Después de permanecer seis días en el sitio, Cortés intentó un avance por la calzada que habían usado para huir durante la Noche Triste, pero fue repelido. En este punto, el cuadillo español amenazó con destruir la ciudad y solicitó a los contrincantes su rendición. La negativa de los defensores de Tenochtitlan fue contundente y las escaramuzas continuaron. Ante eso Cortés decidió regresar a Tetzcuco.
Sin embargo, las victorias conseguidas por los españoles y el fortalecimiento de la alianza con los tlaxcaltecas ya eran noticia en todo el Imperio mexica. Tributarios y enemigos fueron aumentando, lenta pero inexorablemente, las fuerzas de Cortés. Poblaciones enteras de las comarcas vecinas enviaron embajadores de paz para rendir tributo a la corona española y aliarse en el ataque a Tenochtitlan. La inercia avasalladora de la irrupción se había generado.
Los nuevos aliados no sólo incrementaron la fortaleza bélica del conquistador a lo largo de esa etapa, sino que además cumplieron la tarea estratégica de espionaje e información al alto mando acerca de las concentraciones y movimientos de las fuerzas enemigas. Cuauhtémoc ordenó atacar las poblaciones de Chalco y Tlalmanalco, pero cuando los españoles se enteraron, contraatacaron y vencieron a las fuerzas mexicas.

Avance hacia Tenochtitlan por el oriente




Lago de Texcoco, al sur el lago de Xochimilco y sureste lago de Chalco con la «isla de Cuitláhuac» (Tláhuac).
Debido a que los tesoros fueron utilizados para conseguir los aprovisionamientos y se respetó además el quinto del rey, no hubo reparto de oro para los soldados. Algunos se inconformaron, entre ellos se encontraba Andrés de Duero, lo cual provocó el rompimiento de la larga amistad con Cortés. Éste decidió dejar partir a los inconformes de regreso a Cuba para evitar posibles sublevaciones y redactó ordenanzas militares y civiles para controlar a los que se quedaron.
Las fuerzas españolas comenzaron el avance hacia Texmelucanacompañadas por un gran contingente de tlaxcaltecas, quienes sumaron diez mil hombres bajo el mando de Chichimecatecle. El objetivo de Cortés fue realizar un bloqueo a la ciudad de Tenochtitlan. Los pueblos de Huexotla,CoatlinchanChalcoAmecamecaTlalmanalcoOzumba, y Mixquic, decidieron apoyar a los españoles proveyéndoles también de alimentos.
Por su lado, Cuauhtémoc había ordenado cortar las líneas de suministro españolas en Chalco y Huexotla, pues el maíz de la zona era de vital importancia, pero las fuerzas mexicas fueron derrotadas por Gonzalo de Sandoval.
Cuando las fuerzas españolas llegaron a Tetzcuco, el tlatoani Coanácoch huyó hacia Tenochtitlan para reunirse con Cuauhtémoc. Ixtlilxóchitl, enemigo y hermano del tlatoani, se convirtió en aliado incondicional de los españoles. Los tlaxcaltecas por su parte incendiaron el palacio de Nezahualpilli, en el cual se encontraban los códices texcocanos.
El 15 de febrero de 1521 Cortés consideró que la construcción de los bergantines debía terminarse cerca del lago. Un gran número de tamemes y aliados tlaxcaltecas transportaron las tablas desde Tlaxcala hasta las orillas del lago de Texcoco y se excavaron zanjas para poner las embarcaciones en el agua. En ese punto, Cortés ordenó un nuevo avance para someter a Iztapalapa. En el lugar hubo fuertes enfrentamientos con los mexicas, quienes defendieron el sitio por tierra y por agua cruzando el lago de Texcoco en pequeñas embarcaciones. Ixtlilxóchitl apoyó a los españoles con un número indeterminado de texcocanos, forzando el retiro de los mexicas y favoreciendo la victoria de los conquistadores.